Método socrático: La búsqueda de la verdad mediante la negación
Jose Vicente Rodríguez ∙ 7 min de lectura

Este ensayo se centrará en responder y justificar la pregunta sobre si el
método socrático es esencialmente negativo. Mi línea de argumentación principal es
que el método socrático sí es inherentemente negativo por la naturaleza del método
de investigación, que parte de un punto de ignorancia y mediante la mayéutica va
comprobando como falsos los conocimientos de la persona con la que se dialoga.
Se utilizará como base la definición del elenchus (o método socrático) que
Platón usa al hablar sobre Sócrates. Primero se definirá el término, en segundo
lugar se verá un ejemplo de cómo este método es utilizado por Sócrates en La
Apología. En la tercera parte se verá el efecto que tiene el método al ser utilizado
con ejemplos del texto anteriormente mencionado. En la cuarta sección se discutirá
el efecto que puede tener utilizar un elemento negativo como método de
investigación. Por último, en la quinta parte se expondrá la efectividad del método y
las implicaciones peyorativas que pueden surgir de la negación.
Sócrates usaba el elenchus como método de investigación para llegar a la
verdad. Es lo que también se conoce como “método socrático” y consiste en llegar
hasta un argumento verdadero mediante la mayéutica, la cual consiste en un
diálogo entre dos personas: un receptor y un emisor. El elenchus parte de la
premisa de un estado de ignorancia por parte del receptor y un argumento que el
emisor propone como verdadero. Así, mediante la mayéutica el receptor puede
llegar a negar o comprobar el argumento mencionado como verdadero o falso. En
base a esta iteración inicial y a otras similares continúa el proceso de investigación.
Sócrates desarrolló el elenchus para poder refutar argumentos que se le
presentaban como verdaderos y así poder llegar en algún punto a la verdadera
virtud, a la eudaemonia, el cual Sócrates propone como el propósito final del ser humano. “Sócrates parece ser el primero en proponer la eudaemonia (felicidad, vivir bien) como el objetivo final de la ética.” (Woodruff, P). El uso del elenchus por parte
de Sócrates tiene sus limitantes a considerar. El refutar el argumento del emisor
como falso no significa que el emisor conozca la contraparte verdadera de tal
argumento. “(…) todos los que me escuchan creen que yo sé todas las cosas sobre
las que descubro la ignorancia de los demás.”(Apología 23a). Sócrates siempre tuvo
muy claro eso al usar el elenchus como método de investigación, de ahí surge su
frase más famosa “Yo sólo sé, que no sé nada” , y es desde esa postura que él
logra reconciliar su fama de “el hombre más sabio del mundo” profetizada por el
oráculo de Delphi:
“Luego que de él me separé, razonaba conmigo mismo, y me decía: -Yo soy
más sabio que este hombre. Puede muy bien suceder, que ni él ni yo
sepamos nada de lo que es bello y de lo que es bueno; pero hay esta
diferencia, que él cree saberlo aunque no sepa nada, y yo, no sabiendo
nada, creo no saber. Me parece, pues, que en esto yo, aunque poco más,
era más sabio, porque no creía saber lo que no sabía.” (Apología 21d).
Sócrates estaba consciente de la ignorancia de la humanidad y de él mismo,
desde esa lógica pudo aceptar tal reputación como ‘el hombre más sabio’. “(…) toda
la sabiduría humana no es gran cosa, o por mejor decir, que no es nada;”(Apología
23a).
Dentro de La Apología Sócrates usa el elenchus para refutar los argumentos
por los que lo están juzgando sus acusadores. Él siempre mantuvo la postura de
que todos los argumentos que daban en su contra eran falsos, “Sócrates es un
impío; por una curiosidad criminal quiere penetrar lo que pasa en los cielos y en la
tierra, convierte en buena una mala causa, y enseña a los demás sus doctrinas.";
(…) en todos esos rumores que se han levantado contra mí, no hay ni una sola
palabra de verdad; (…) Dinos, pues el hecho de verdad, para que no formemos un
juicio temerario.”(Apología 19b). Al darle la oportunidad de defenderse, como en
todas las demás veces que ha utilizado elenchus con otros interlocutores, Sócrates
parte de una posición de ignorancia y va descartando los argumentos de sus
acusadores mediante la negación.
“Si yo hubiera sacado alguna recompensa de mis exhortaciones, tendríais
algo que decir; pero veis claramente que mis mismos acusadores, que me
han calumniado con tanta impudencia, no han tenido valor para echárselo en
cara, y menos para probar con testigos que yo haya exigido jamás ni pedido
el menor salario, y en prueba de la verdad de mis palabras os presento un
testigo irrecusable, mi pobreza.” (Apología 31b).
En la cita anterior se puede ver la forma en la que Sócrates utiliza el elenchus
para dar contraargumentos a sus acusadores, con evidencia palpable y lógica
simple. Si algo es verdadero (Sócrates vive en la pobreza) no puede ser verdadero
lo contrario (Sócrates recibe recompensas por sus exhortaciones hacia la juventud
de Atenas). Desde el inicio de La Apología Sócrates se presenta de manera humilde e
ignorante, como contraparte del juzgado conformado por los hombres sabios de
Atenas.
“(...) no soy elocuente, es el colmo de la impudencia, a menos que no llamen
elocuente al que dice la verdad. Si es esto lo que pretenden, confieso que
soy un gran orador; pero no lo soy a su manera; porque, repito, no han dicho
ni una sola palabra verdadera, y vosotros vais a saber de mi boca la pura
verdad, no, ¡por Júpiter!, en una arenga vestida de sentencias brillantes y
palabras escogidas, como son los discursos de mis acusadores, sino en un
lenguaje sencillo y espontáneo; porque descanso en la confianza de que digo
la verdad, y ninguno de vosotros debe esperar otra cosa de mí.” (Apología
17b).
En todos los casos que Sócrates utiliza el elenchus dentro de La Apología
siempre lo hace de una manera que hace ver al interlocutor como un sabio, pero
después de refutar el argumento termina desenmascarando al emisor del mensaje
como un ignorante, “todo el mundo le creía sabio, que él mismo se tenía por tal, y
que en realidad no lo era, después de este descubrimiento me esforcé en hacerle
ver que de ninguna manera era lo que él creía ser, (…)” (Apología 21d). Esa fue una
de las causas reales por las que lo estaban acusando, ya que la experiencia de
entablar la mayéutica con Sócrates y que el elenchus sea aplicado a uno siempre
resultó desagradable para el interlocutor. “(…) todo porque no se atreven a decir la
verdad, que es que Sócrates los coge in fraganti, y descubre que figuran que saben,
cuando no saben nada.” (Apología 23d).
El uso del elenchus por parte de Sócrates es un medio para llegar al
conocimiento verdadero. Por definición, el elenchus se presenta como negativo, “En
los diálogos de este grupo, el elenchus es un instrumento negativo, (…) En algunos
casos, el elenchus pareciera desacreditar solamente a una persona; en otros casos
rechaza la posición que se está discutiendo. En esos casos, lleva al diálogo que lo
contiene a la aporia - la inviabilidad del mismo.”(Woodruff, P.). Tomando La
Apología como ejemplo central se puede ver el efecto que este método tiene sobre
los interlocutores de Sócrates. La figura con la que se está dialogando aquí es
Melito, el acusador principal de Sócrates, y se puede observar su posición como
oyente después de la acusación original.
El elenchus es un método efectivo para llegar a la conclusión que se espera
por parte de Sócrates. En los ejemplos mencionados anteriormente se observa
cómo al descartar las imposibilidades que surgen al discernir los argumentos se
puede refutar el argumento original como falso. En La Apología, al final Sócrates
logra convencer a un gran número de los miembros del juzgado de la veracidad de
sus argumentos, pero termina por aceptar la sentencia porque su lógica le indica
que es lo correcto, “Lo que sé de cierto es que cometer injusticias y desobedecer al
que es mejor y está por cima de nosotros, sea Dios, sea hombre, es lo más criminal
y lo más vergonzoso.” (Apología 29b).
En los diálogos mencionados y otros pertenecientes al acervo de Platón, la
figura de Sócrates siempre se presenta como creyente en los Dioses y explica que
el elenchus fue desarrollado para cumplir su misión en la vida, que le fue dada por
los mismos Dioses.
“Sócrates menciona que su misión fue dada por el dios, evidentemente
Apolo, y él reconcilia esta misión con su rol de ‘tábano de Atenas’ 4 al
avergonzar a las personas para que se unan a su búsqueda de la virtud. Él
pudo haber desarrollado el elenchus (que se deriva del término griego de
vergüenza) con este propósito, pero también tuvo otro propósito para el
elenchus. Después de que el oráculo anunció que no había hombre más
sabio que él, Sócrates se dispuso a poner a prueba la sentencia del oráculo
al examinar a todos aquellos que se declaraban a sí mismos como sabios.”
(Woodruff, P).
El elenchus entonces fue desarrollado con el propósito de desacreditar a los
que se consideraban sabios, por lo que, desde la perspectiva de los interlocutores,
el método en sí es irrevocablemente negativo, en sentido peyorativo para el
interlocutor. Esta es otra perspectiva desde la que se puede llamar ‘negativo’ al
método socrático aparte de la negación de los argumentos que se van presentando.
En la argumentación principal de este ensayo se presentó el elenchus como
un elemento inherentemente negativo por el origen con el que fue formulado y el
método mismo al ser utilizado. A través del ejemplo principal de La Apología se
pudo observar cómo es que Sócrates utilizaba el elenchus como un medio para
llegar a un argumento verdadero. La innovación de Sócrates se trataba en gran
parte de detectar fallas de razonamiento, fallas lógicas. Tomando en cuenta que la
lógica Aristotélica fue la primera lógica definida como tal, se puede argumentar que
Sócrates estableció las bases para que más adelante Aristóteles pudiera desarrollar
la idea y darle formalidad intelectual a la lógica, es decir, se puede tomar al método
socrático como un predecesor intelectual de la lógica Aristotélica.
También se mencionó el efecto negativo que esto tuvo sobre los
interlocutores, a través del personaje de Melito y se vinculó este término con otro
significado de la palabra ‘negativo’.
La importancia del elenchus para la filosofía llegó a trascender la vida de su
creador. Puede llegar a considerarse como una extensión de la mayéutica,
agregando el elemento de negación y yendo más allá de un simple diálogo. El
método en sí ha sido probado como un recurso válido si se desarrolla con lógica. El
riesgo principal es que si se utiliza por una persona poco versada en lógica, se
puede llegar a caer en generalizaciones apresuradas o negar argumentos que
pueden ser verdaderos desde otra perspectiva. El elemento de negación puede
llegar a ser un obstáculo si se usa indiscriminadamente sin considerar todas las
posibilidades del argumento que se está refutado.
El elenchus siempre parte de la negación de un argumento original, pero el propósito final que Sócrates le da es llegar a la eudaemonia. Se puede apreciar que el método en sí siempre va a contar con una parte negativa de manera inherente, pero esto no significa que debe de cargarse con una connotación peyorativa, ya que el propósito final es la búsqueda de la verdad para el beneficio de la humanidad.



Bibliografía
Woodruff, Paul, "Plato’s Shorter Ethical Works", The Stanford Encyclopedia of Philosophy (Winter 2018 Edition), Edward N. Zalta (ed.).
Reeve, C. D. C., Curd, P., Cohen, S. M. (2016) “Readings in Ancient Greek Philosophy: From Thales to Aristotle. Fourth Edition”, Ch. X Pg. X-Y. Hackett Publishing Company, Inc. Indianapolis/Cambridge.