EL LOGOS Y LA UNIDAD DE LOS OPUESTOS; HERÁCLITO Y EL CAMBIO METAFÍSICO
Diego Reyes ∙ 9 min of lectura
En el presente ensayo argumentare que el cambio metafísico existe, para sustentar mi posición utilizare la filosofía de Heráclito, por lo cual desarrollare los conceptos del “Logos” y “La unidad de los opuestos”, que son base de la filosofía de Heráclito, no solo para entender el cambio si no para conocer la naturaleza de este.
El Logos tal vez sea el concepto más complejo de entender (dentro de la filosofía de Heráclito) dado que es una palabra o concepto que ha sido utilizado por diferentes pensadores con diversos significados, no solamente por Heráclito.
Dentro de la filosofía de Heráclito este concepto es utilizado en cuatro tipos de contexto:
- 1.- Lógico (Opera en todas las cosas)
- 2.- Ontológico (Confiere unidad a todas las cosas)
- 3.- Epistémico (Solo el logos puede ofrecer un conocimiento correcto del cosmos)
- 4.- Ético (Solo el logos nos ofrece una forma de actuar adecuada)
Para este ensayo es mi intención enfatizar el significado ontológico y lógico de este concepto. Al desarrollar el concepto del logos y ligarlo con el concepto de la unidad de los opuestos podre formular mi principal contra argumento al argumento de Parménides contra el cambio metafísico. Cabe resaltar el hecho de que Parménides no contra argumento a Heráclito en vida, este suceso se produjo después en la historia de la filosofía.
Lamentablemente no queda mucho del trabajo de Heráclito, es por ello y por el sistema de escritura que utiliza por medio de los aforismos que es un tanto complejo entender su filosofía del todo, ya que no habla textualmente de su pensamiento y para entenderlo me basare en los trabajos hermenéuticos que se han hecho a lo largo de la historia.
El Logos
Los pensadores presocráticos comparten una misma preocupación, que tiene que ver con dar cuenta del orden del cosmos u orden universal, intentando resolver las preguntas sobre ¿Cuál es el principio de las cosas? ¿Cuál es el origen? ¿Cuáles son las leyes fundamentales que hacen que operen las cosas? Para Heráclito resolver estas cuestiones será lo propio a la sabiduría, es decir, conocer la verdad. Para Heráclito estas leyes se podrían resumir en una, el “Logos”.
Es con los siguientes aforismos que podemos comenzar a analizar este concepto:
Aunque el logos siempre se mantiene, los humanos demuestran ser incapaces de entenderlo tanto antes de escucharlo como cuando lo han escuchado por primera vez. Porque, aunque todas las cosas llegan a ser [o, "suceden"] de acuerdo con este logos, los humanos son como los inexpertos cuando experimentan las palabras y los actos que expongo, distinguiendo cada cosa de acuerdo con su naturaleza (physis) y diciendo cómo es. Pero otras personas no se dan cuenta de lo que hacen cuando están despiertos, al igual que olvidan lo que hacen cuando están dormidos.[1]
“El pensamiento correcto (sophronein ̄) es la mayor excelencia, y la sabiduría (sophia) es decir la verdad y actuar de acuerdo con la naturaleza (physis) mientras le prestan atención.” (Reeve, C. D. C., Curd, Patricia, Cohen, S. Marc, 2016, pp 6).
Heráclito refería que el logos es constante y está siempre presente en el cosmos, pero a pesar de esto, es sumamente difícil para los seres humanos entenderlo ya que estamos acostumbrados a usar nuestras categorías que solamente nos sirven para describir un evento que ya se manifestó, vemos y analizamos únicamente la manifestación de algo que subyace (logos), sin lograr un conocimiento sobre la naturaleza de las causas que lo originan (lo que hace que se manifieste de esa forma).
El logos para Heráclito es la fuerza que se une a todas las cosas, que actúa como principio unificador y que da forma al universo, es decir, son las leyes que ordenan las cosas y que dan sentido a una realidad en constante cambio y evolución. En la vida humana desde la concepción hasta la vejez se experimentan cambios físicos, emocionales e intelectuales, cada etapa es única, pero es su conjunto la manifestación del logos, es decir, esta sigue las leyes que hacen que cada etapa suceda y entender las leyes que hacen ser a una persona de determinada manera y en determinado momento será el verdadero conocimiento, el cual debemos aspirar a obtener y no solo ser capaces de describir que una persona es joven, madura o anciana.
A lo largo del año presenciamos los cambios climáticos en las diferentes estaciones, primavera, verano, otoño e invierno, cada una de ellas representa un tipo de ser que esta interconectado a los otros tres estados del clima, si bien resulta importante conocer de manera individual cada una de las estaciones, el verdadero conocimiento será entender que es lo que da orden al conjunto de estaciones y las hacen participes de un ciclo en constante cambio. En ese sentido el logos se manifiesta en una secuencia ininterrumpida de cambio que sostiene un balance de fuerzas entre el calor del verano y el frio del invierno, la falta de agua en alguna estación y la abundancia de esta en otra.
Ahora bien, con los siguientes aforismos podemos darnos cuenta de cómo según Heráclito podríamos acceder a este logos:
“Pertenece a todas las personas conocerse a sí mismas y pensar correctamente (ofroneína)” (Reeve, C. D. C., Curd, Patricia, Cohen, S. Marc, 2016, pp 8).
“No descubrirías los límites del alma, aunque recorrieras todos los caminos: tan profundo es el logo que tiene” (Reeve, C. D. C., Curd, Patricia, Cohen, S. 2016, pp 9).
Para Heráclito el logos no puede ser comprendido de forma ordinaria con simple pensamiento individual y superficial, para lograr ese entendimiento de las cosas hay que observar y reflexionar el proceso que hace cambiar a la realidad que nos rodea, como se describe en los ejemplos pasados, tenemos que observar el proceso que ordena las estaciones del año, observar el proceso que ordena la vida del hombre y los cambios que suceden en el transcurso del ciclo de la vida. En ese sentido el conocimiento del logos involucra la conexión de uno mismo y su relación con el mundo circundante, la autorreflexión y la sabiduría.
En base a este razonamiento concluyo que el concepto del logos proporciona una explicación real al comportamiento de nuestro universo y por tanto a la comprensión de la realidad que vivimos todos los días, en la que nuestra experiencia de la realidad apunta hacia un constante cambio que no es azaroso, sino más bien un cambio ordenado que sigue ciertas leyes inmutables y que dan orden permanentemente al universo.
La unidad de los opuestos
Para introducir el concepto de la unidad en los opuestos utilizare los siguientes aforismos de Heráclito:
“Lo opuesto se une; la más fina armonía [harmonía] se compone de cosas en desacuerdo, y todo llega a ser [o, "ocurre"] de acuerdo con la lucha” (Reeve, C. D. C., Curd, Patricia, Cohen, S. Marc, 2016, pp 11).
“Todas las cosas son un intercambio de fuego y el fuego por todas las cosas, como los bienes por el oro y el oro por los bienes” (Reeve, C. D. C., Curd, Patricia, Cohen, S. Marc, 2016, pp 9).
La vida y la muerte podrían ser los opuestos más universales a los seres vivos he incluso para los seres no vivos como los planetas y estrellas. La unidad en estos opuestos se manifiesta en como la muerte de un ser vivo contribuye a la vida de otro. Los planetas y las estrellas que llegan al final de su ciclo también participan en este proceso, con el fin de su ciclo contribuyen a la formación de nuevos planetas ya que en el proceso de destrucción se generan nuevos elementos que sirven como base para la creación de nuevos sistemas de planetas, estrellas y galaxias.
La unidad de los opuestos es esencial para comprender plenamente la realidad, la coexistencia y la interdependencia de estos opuestos son elementos intrínsecos en la manifestación del logos y la armonía en el universo en constante cambio.
Por ejemplo, con el cambio de estaciones climáticas durante el año podemos observar que, aunque existe una transición constante que transforma la naturaleza, la identidad del planeta persiste. La unidad que produce el logos implica que exista una continuidad en medio del cambio constante y que exista armonía entre los opuestos.
En conclusión, respecto al concepto de la unidad de los opuestos puedo decir que, este concepto proporciona la idea de que el cambio es una conexión entre el ser antes del cambio y el ser después del cambio y si bien es cierto que durante el cambio se pierden o ganan algunas características, en esencia el ser sigue siendo el mismo. Este concepto se podría equiparar al concepto del principio de la conservación de la materia, que dice: la materia no se crea ni se destruye, solo se transforma.
Contraargumento de Parménides
El principal contrargumento que se utiliza contra la existencia del cambio metafísico fue formulado por el filósofo presocrático Parménides y lo formulo de la siguiente manera:
1.- “O es” o “No es”
2.- Aquello “Que es” puede ser usado y aquello que “No lo es” no puede ser usado.
C.- El cambio metafísico no es posible.
Parménides argumenta con este sistema lógico, que nada puede devenir del no ser, es decir que nada viene de la nada, que todo lo que es, ya es, aunque se inventara una máquina del tiempo, ya estaba aquí, solo que en formas diferentes. Parménides plantea un universo como unidad, en el que no puede existir el cambio, puesto que este implicaría traer algo inexistente a la existencia misma y dado a que todo ya existe el cambio no puede ser. Es el cambio para Parménides una simple ilusión que engaña a nuestros sentidos.
Heráclito sin embargo dice que la realidad es manifestación de un cambio constante, no niega al ser, no dice que el devenir venga del no ser, más bien que es una declaración diferente de la misma realidad. Como se ejemplificó anteriormente la identidad se sostiene, aunque exista una mutación.
Al ser el logos la causa del orden que observamos en el universo escapa del entendimiento con categorías comunes de pensamiento, en ese sentido el argumento de Parménides al formularse mediante estas categorías de razonamiento superficial, no ofrece una concepción de entendimiento profundo en el que no solo se tome en cuenta la explicación sobre el cambio que vemos en la realidad, sino que también en lo subyacente a ese cambio, es decir, tomar conciencias de que existen leyes que provocan esa diversidad de metamorfosis y movimiento, por tanto el análisis de Parménides queda corto al abordar la pregunta sobre el cambio metafísico.
Conclusión
La argumentación de este ensayo en que el cambio metafísico si existe utilizó la filosofía de Heráclito como base para sustentar mi posición. Se analizaron los conceptos claves o primordiales de su filosofía el “Logos y la Unidad de los Opuestos”, para entender la naturaleza del cambio en el cosmos.
Se destaco el concepto del Logos en su contexto ontológico y lógico y argumente que actúa como una fuerza constante y unificadora en el cosmos, proporcionando las leyes que dan sentido a la realidad en permanente evolución.
Otro concepto Heraclíteo que se utilizó para argumentar mi postura es el de La unidad de los Opuestos que explica la conexión entre el ser antes del cambio y el ser después del cambio.
En conjunto estos dos conceptos dejan fuera la opción de que el cambio no es posible ya que como vimos en los ejemplos descritos. El cambio es parte de nuestra realidad una realidad en la que no vienen seres de la inexistencia a la existencia, sino que los seres existentes en el universo interactúan de tal manera que siguen un proceso hacia el equilibrio de las cosas y lo que subyace en esa interacción es el logos.
“Que el devenir sea elegido conforme a la conexión de tu alma con las leyes del universo”
Referencias
[1] Reeve, C. D. C., Curd, Patricia, Cohen, S. Marc, Readings in Ancient Greek Philosophy: From Thales to Aristotle. Fourth Edition, 2016, pp 3
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