Análisis del cambio a través de Heráclito
Jean Michael Marchegiani ∙ 8 minutos de lectura

En este ensayo abordaré la pregunta: ¿existe el cambio metafísico?, argumentando que sí existe el cambio a través del análisis de un pasaje atribuido a Heráclito, así como también analizaré dos contraargumentos y sus posibles debilidades.
Mi plan para este ensayo es, primero, hablar un poco sobre lo que es el cambio metafísico y el contexto presocrático en el que se planteó. Luego, hablaré un poco sobre Heráclito y algunos de sus principios filosóficos para tener una mejor compresión del tema. Después, voy a analizar un pasaje atribuido a Heráclito y explicar un posible argumento del pasaje y analizaré dos contraargumentos y sus posibles debilidades, para terminar con una recapitulación y reflexión propia.
Antes de analizar el argumento, hablaré un poco sobre el contexto presocrático y el cambio metafísico para luego hablar de quién era Heráclito y algunos de sus principios filosóficos para tener una mejor comprensión sobre sus postulaciones.
A los presocráticos se les conocen como los filósofos anteriores a Sócrates, aunque también se les cataloga de presocráticos a algunos filósofos coetáneos a Sócrates.[1] Se podría decir que el inicio de la filosofía está marcado por el cambio de paradigma de la búsqueda del conocimiento de algunos pensadores, dejando a un lado el conformismo de las explicaciones mitológicas para darle el paso a explicaciones más racionales y lógicas, aunque muchas veces los filósofos seguirían utilizando explicaciones basadas en los mitos y en pensamientos no tan razonables o lógicos. Una de las principales características de los presocráticos es la importancia que les daban a las preguntas de carácter metafísico, por ejemplo, el “arché”, que se puede decir que es el principio por el cual están hechas todas las cosas.[2] Así como la metafísica, que es la rama de la filosofía que estudia la realidad y su estructura, y que también aborda preguntas sobre esta, como: el ser, la entidad, el espacio, el tiempo, entre otras.
El cambio metafísico, sobre el cual hablaremos en este ensayo, trata sobre el carácter transformativo que podría tener la realidad. Los principales presocráticos que profundizaron sobre el cambio metafísico fueron Heráclito y Parménides (en los cuales ahondaremos más adelante). Heráclito argumentaba que la esencia de la realidad es el cambio y que todo está bajo un constante cambio; por otra parte, Parménides, defendía que el cambio es solo una ilusión ya que toda la realidad es una sola, uniforme e inmutable.
Heráclito fue un filósofo de Éfeso (actual región de Efeso-Selçuk, Turquía) que vivió alrededor del año 500 a.e.c., Se le considera un presocrático, y su obra ha influido a lo largo de la historia en muchos filósofos de gran renombre, como Platón y Aristóteles, entre otros pensadores destacados.[3]
Heráclito argumentaba a favor del cambio metafísico, uno de los pensamientos más importantes de Heráclito es la naturaleza del constante flujo en el universo, afirmando que todas las cosas están en constante cambio; Pensaba que el principio por el cual están hechas todas las cosas (arché) es el fuego, a través del cual surgen las demás cosas, y éste, a su vez, es dictado por una ley divina que controla y dirige el cosmos (logos para Heráclito).[4] Se podría afirmar que lo único que es constante para Heráclito es el logos y que todo está en un cambio continuo. Es importante aclarar que se cree que Heráclito no estaba en desacuerdo con la constancia de las cosas, definiendo éstas como esencia de algo y que permanecen iguales a pesar de que estén experimentando un cambio, aunque la materia constitutiva de algo esté en cambio o en movimiento este “algo” sigue manteniendo su esencia, como por ejemplo un ser vivo que a pesar de sus cambios metabólicos este sigue siendo el mismo ser vivo[5]. También creía en la unidad de los opuestos, de cómo los opuestos se interconectaban ocasionando diferentes efectos, como el agua del mar que es sana de beber para los peces y nociva para los humanos.[6]
Ahora que ya tenemos un contexto sobre Heráclito y el cambio metafísico, analizaremos un pasaje en el que Platón habla sobre algo que decía Heráclito, considero que es una buena respuesta a favor de la existencia del cambio metafísico, el pasaje en cuestión es el siguiente: “Heráclito, creo, dice que todas las cosas pasan y nada se queda, y comparando las cosas existentes con el flujo de un río, dice que no se puede pisar dos veces el mismo río.” [7]
En este pasaje Heráclito se refiere a que todo está en constante cambio, dando por ejemplo que cuando uno vuelve a entrar a un río, sus aguas ya han fluido, por lo cual te toparás con otras aguas, así como uno ha sufrido algún tipo de cambio ya sea una herida, un cambio en la manera de pensar o simplemente se ha sufrido un cambio por la vejez, por lo cual todo está en constante cambio y que todo con lo que se vuelve a interactuar ha pasado por algún tipo cambio, una formulación lógica de este argumento podría ser:
P1. Si todo con lo que se interactuar ha cambiado, entonces todo está en constante cambio.
P2. Todas las cosas que interactúan han cambiado.
C. Todo está en constante cambio.
Analizando este argumento podemos encontrarnos que el cambio es la naturaleza del cosmos y esto lo podemos notar al observar detalladamente las cosas, ya que por más quieto o inmutable que parezca algo, esto está en constante movimiento a nivel molecular y atómico, porque las moléculas y los átomos están constantemente vibrando. Esto también concuerda con el entendimiento físico sobre el actual “modelo de calor” imperante, ya que por el tercer principio de la termodinámica se muestra la imposibilidad de que una partícula esté sin movimiento, debido a que el cero absoluto (−273,15 °C) es un límite imposible de alcanzar, ya que en el cero absoluto todas las sustancias que conocemos perderían la capacidad de moverse, ya sea vibrando o rotando. *
Un famoso contraargumento al pensamiento de Heráclito es la visión metafísica que tenía Parménides de Elea. Parménides fue un filósofo presocrático del siglo VI a.e.c. que creía que el pensamiento y el conocimiento es lo que existe, y todo lo que no existe no puede ser pensado ni conocido ya que lo que “es” no puede venir de lo que “no es”. Creía que nada está en cambio y que todo lo que existe es inalterable, uno solo y completo[8], “lo que es no se genera y es inmortal, / entero y uniforme, y quieto y perfecto"[9] Una posible formulación lógica de este argumento sería:
P1. Lo que “es” está entero, quieto, uniforme e inmutable, y no puede ser generado ni tampoco tener un fin.
P2. Si lo que existe “es”, entonces nada vino antes ya que lo que “es” no puede venir de lo que “no es”.
P3. Existe lo que “es”.
C. Nunca hubo lo que “no es”, por lo cual no existe el cambio metafísico.
Como podemos ver Parménides creía que lo que existe es un todo inmutable e imperecedero que no puede venir de lo que nunca fue, con lo cual no existe el cambio, contradiciendo el argumento de Heráclito de que todo está en constante cambio. Creo que este contraargumento tiene más sentido mientras más abstracto definas lo que “es”, ya que si se le define como un solo ser o una sola entidad de todo lo que existió, existe o existirá, entonces necesariamente no puede existir nada fuera de esto, porque si existiera algo este entraría en la categoría de lo que existe, sin embargo dentro de esta definición hay muchos cambios y entidades separadas, que no están quietas y que no son uniformes ni inmutables, como podemos observar en el cambio producto del envejecimiento de los seres vivos. Así como las cosas inanimadas que también están en constante cambio.
Otro posible contraargumento sería: ¿Cómo conocemos algo si todo está en constante cambio? Una posible formulación lógica de este argumento sería:
P1. Si para conocer algo necesitamos que se mantenga inmutable, entonces las cosas que conocemos son inmutables.
P2. Las cosas que conocemos no son inmutables.
C. No podemos conocer algo.
Según este contraargumento las cosas necesitan estar inmutables por un mínimo de tiempo para poder ser conocidas, ya que si estuvieran en constante cambio no habría un momento para poder estudiarlas y conocerlas, ya que en el momento en el que intentáramos estudiar “algo” esto ya habría cambiado.
Una posible debilidad de este contraargumento sería que a las cosas que no se les nota un aparente cambio es porque se les percibe desde un punto de vista conceptual bajo un espectro temporal, ya que las definiciones que le damos a las cosas son conceptos de abstracciones temporales de varios sucesos entrelazados continuamente, por lo cual, cuando decimos que conocemos algo, es porque ese “algo” es un concepto que abarca muchas cosas en constante cambio. Un ejemplo de esto sería lo que conocemos como “fuego”, el fuego siempre está en cambio, sus moléculas están en constante cambio de posicionamiento por movimiento de energía, pero todo ese fenómeno en conjunto lo conocemos por el nombre de “fuego”.
El cambio metafísico me parece un tema importante por todo lo que desencadenó en la historia de la filosofía ya que se siguió hablando sobre este por muchos años e incluso es un tema que se podría decir que aún se habla. Y es que las posturas de Heráclito y Parménides sobre el cambio metafísico, se puede notar que ha influenciado a muchos filósofos a través de la historia. Entre éstos podemos encontrar a Platón, que de cierta manera concibió las dos posturas en su teoría de formas: un mundo sensible inspirado en Heráclito y un mundo inteligible inspirado en Parménides.[10] También se podría decir que Aristóteles fue influenciado en su principio de acto y potencia. Después de analizar las dos posturas, me decanto por la postura de Heráclito a favor del cambio metafísico por lo expuesto en este ensayo, pues considero que es la más convincente y la que mejor se acopla a la realidad en la que vivimos.
En este ensayo hablé de Heráclito y algunas de sus posturas filosóficas para tener una mejor comprensión del panorama general para luego exponer un posible argumento a favor del cambio metafísico con dos contraargumentos y sus respectivas debilidades para terminar hablando de la importancia que desencadenó las posturas de Heráclito y Parménides, y una pequeña reflexión del por qué me parece importante hablar de este tema, ya que creo que entender estos argumentos, así como tener una mejor visión del cambio metafísico es fundamental para conocer nuestro universo y quizás a través de un mejor entendimiento de éste, podamos conocer y/o utilizar mejor nuestras herramientas para poder vivir una mejor vida.
Mientras mejor conozcamos el universo, mejor estaremos preparados para navegar en el océano del cosmos.

Bibliografía
Graham, D. W. Heraclitus, Stanford Encyclopedia of Philosophy. (2007).
Palmer, J. Parmenides, Stanford Encyclopedia of Philosophy (2008).
Reeve, C. D. C., Curd, Patricia, Cohen, S. Marc. Readings in Ancient Greek Philosophy: From Thales to Aristotle. Fourth Edition Indianapolis/Cambridge: Hackett Publishing Company, Inc. (2016).
Silverman, Allan. Plato’s Middle Period Metaphysics and Epistemology, Stanford Encyclopedia of Philosophy. (2014).

Notas
[1] Reeve, C. D. C., Curd, P., Cohen, S. Marc. “Ch. 1. Introduction”. Readings in Ancient Greek Philosophy: From Thales to Aristotle. 4th Edition, Pg 1. Indianapolis/Cambridge: Hackett Publishing Company, Inc., 2016.
[2] Reeve, C. D. C., Curd, P., Cohen, S. Marc. “Ch. 1. Introduction”. Readings in Ancient Greek Philosophy: From Thales to Aristotle. 4th Edition, Pg 4. Indianapolis/Cambridge: Hackett Publishing Company, Inc., 2016.
[3] Reeve, C. D. C., Curd, Patricia, Cohen, S. Marc. “Ch. 5. Heraclitus of Ephesus”
Readings in Ancient Greek Philosophy: From Thales to Aristotle. Fourth Edition, Pgs. 29-39.
Indianapolis/Cambridge: Hackett Publishing Company, Inc., 2016.
[4] Graham, D. W. Heraclitus, Stanford Encyclopedia of Philosophy (2007). Pg. 1.
[5] Graham, D. W. Heraclitus, Stanford Encyclopedia of Philosophy (2007). Pg. 10.
[6] Graham, D. W. Heraclitus, Stanford Encyclopedia of Philosophy (2007). Pg. 11.
[7] Plato, Cratylus 402a = A6.
[8] Palmer, J. Parmenides, Stanford Encyclopedia of Philosophy (2008). Pg. 1.
[9] Parmenides, Fragment 8.
[10] Silverman, Allan. Plato’s Middle Period Metaphysics and Epistemology, Stanford Encyclopedia of Philosophy (2014). Pgs. 3-4.