Viabilidad de un diagnóstico estoico
Daniel Siles ∙ 11 min de lectura
Seguramente has tenido esa sensación de despertarte de un descanso que no estuvo después de una tortuosa velada, de pronto irrumpe una cuestión fugaz –acostumbrado a no tomarle importancia–, y empiezas el día arrastrando apatía. Ahora te preguntarás cuál era esa cuestión fugaz, yo sé que sabes cuál es, mas cojeas en darme la respuesta; este ensayo puede servir como un par de muletas o un diagnóstico.
Entras en internet y ves una cita estoica en un reels que te hace pensar seis segundos, y continúas bajando indolentemente o ves un video acerca del estoicismo. Quizá más tarde lo recuerdes y trates de aplicarlo a tu vida cotidiana, inexperto en la materia, tal vez la tomes por el mango o por el filo, o ni siquiera te interese; pero, ¿es el estoicismo una filosofía viable hoy en día?
Empezaré a grosso modo explicando que es el estoicismo, ya que el problema central de este ensayo no trata de indagar y ver las flaquezas de su núcleo, más bien en su viabilidad. Continuaré discutiendo dos ensayos recabados de ‘Mindshop Café’ que divergen en sus conclusiones para posteriormente reforzar sus debilidades con interpretaciones y análisis del carácter, moral y educación; llegando a considerar lo esencial de cada uno. En consecuencia, extraer una interpretación que concilia ambas y añade complementos imprescindibles para averiguar la viabilidad del estoicismo.
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Zenón de Citio (334-260 a.C.), fundador del estoicismo, que tras perderlo todo en un naufragio se cuestionó como cualquiera: ¿qué voy hacer ante esta desgracia? ¿Cuál es mi devenir? Pero no respondió como lo haría cualquiera.
El estoicismo es una síntesis de pensamiento, solidificándose al pasar los años. Guiado en el Logos de Heráclito, constituyen una metafísica, materialista y monoteísta ‘Logos Universal’ la cual consiste en que todo es un diseño de una razón universal que no se equivoca. Su ética señala que somos parte del cosmos y si estamos aquí es porque tenemos una función que desempeñar, no estamos al azar, y para fundirnos con el cosmos debemos aprehender la virtud y razón estoica, reconciliarnos con nuestro designio dentro de este orbe, alcanzando sabiduría y libertad interior en nuestras acciones en pos de la felicidad, viviendo a la par de nuestra naturaleza.
El planteamiento estoico se basa en la eudaimonia de Aristóteles y la ataraxia de Epicuro, sintetizando que la virtud es el único telos del ser humano, el bien hacia lo que apuntamos viviendo racionalmente; que todo vicio es malo porque nos hace apasionadamente ilógicos, y que todo lo que no concierne a nuestros esfuerzos es indiferente de cierto modo ante nuestro juicio moral cualitativo.
En las escuelas helenas, la cual incluye el estoicismo, se señala que debemos dejarnos de costumbres heredadas y no aceptar cualquier cosa que se nos imponga porque estas son falsas creencias --enfatizando el tema de la moral, por el contrario, debemos de cuestionarlas y actuar según nuestra naturaleza y criterio-, lo cual da cabida a algún tipo de sabiduría.
Desde la antigüedad el ser humano se ha hecho estos cuestionamientos éticos: ¿Cómo vivir? ¿Cómo actuar? ¿Cómo sé si mis acciones son correctas? Como si fuera un rumor que oscila por nuestras cabezas; algunos pensadores como Sócrates o Zenón desentrañaron esta ética dejándonos sentenciosas líneas.
El sesgo desde la antigüedad
Esteban García en su ensayo: “El sesgo estoico bajo el contexto actual”, defiende que el estoicismo bajo el contexto actual no es viable. Este contexto está basado por la tendencia que él denomina “positivista” en relación a la virtud actual, en la cual se basa en ignorar lo negativo, como si viviésemos en una ficción. Continúa señalando que el estoicismo al propagarse por las redes sociales bajo el contexto positivista será perjudicial, diciéndonos que dejar el estoicismo al mando de las redes sociales hacen que aquel que quiera adoptar una enseñanza estoica vista en internet, va a ser mal ejecutada porque estará relegando la realidad con sus sesgos positivistas, no querrá ver lo negativo, y de eso no trata el estoicismo; el estoicismo mal interpretado guiará a una realidad con más sesgos. Nos dice que en la actualidad aceptamos los valores que se interponen sin cuestionarlos; dice que la ética no está congelada y está cambiando planteando la pregunta “¿yo debería cambiar?”
Para Esteban, el estoicismo bajo el sesgo positivista no es viable, y que la culpa la tienen tanto las redes sociales que nos arrastran, tanto como nosotros mismos por no cuestionarnos las tendencias, y la respuesta a esto es cuestionarnos las cosas.
La vida no es épica en un pecho medroso
Eduardo López en su ensayo “Tu vida no es una épica” aboga que el estoicismo sí es viable en la actualidad. Explica muy a detalle los conceptos del estoicismo para tener consciencia de lo que significan realmente, pues, la tergiversación de estos conceptos va perdiendo su enfoque en la actualidad, y es necesario recuperarlos para una mejor comprensión estoica. Más adelante explica qué es la virtud y su papel en el estoicismo, diciendo que estos no tienen un estado intermedio entre saber e ignorar, o sabes, o no sabes; y que el progreso moral para un estoico se puede alcanzar haciendo el esfuerzo.
Las malinterpretaciones que le atribuyen a la escuela estoica en la actualidad es creer que el coraje lo es todo o que nada que esté fuera de tu control te debe importar. O que el estoicismo tiene una narrativa épica, donde tú eres el protagonista y tienes que enfrentarlo todo.
A lo que él con un ejemplo responde que se puede ser un estoico destacable sin caer en esa narrativa épica. Llegando a la conclusión de que el estoicismo es viable principalmente por los aportes éticos, aunque se usen de manera equivoca, ayudándonos a ser más moderados y ser más críticos lo cual es un síntoma para sobresalir.
Estoicos sesgados por una épica
Si aceptamos el argumento de Esteban, el estoicismo no podría ser viable nunca; porque él pasa por alto que el humano nunca ha vivido en tiempos de gloria. Eduardo menciona que los conceptos se tergiversan en la actualidad lo que lleva a malinterpretaciones; dejando relegado que desde siempre los conceptos están desdibujados o ni siquiera existen para quien no tenga el acceso a la educación o no los estudie. Él mismo se contradice al decirnos que los conceptos estoicos son necesario aprenderlos para no malinterpretarlos y a la vez el estoicismo es viable, aunque pueda malinterpretarse, dejándome esta pregunta similar con la que comenzamos: ¿Entonces bajo qué contexto se puede ser un estoico viable y fiel sin errar en sus conceptos o malinterpretarse?
Esteban dice que empezar a cuestionarnos las cosas nos puede hacer más conscientes al no dejarnos cautivar por lo que ocurre alrededor, a lo que conecta perfectamente con el ejemplo que crea Eduardo, “Apolo”. Apolo es un hombre curioso que cuestiona el porqué de las cosas, al pasar el tiempo cuestiona sus acciones y con practica las corrige para conseguir más armonía con su pareja y su vida personal. Tiene razón Eduardo, Apolo es todo un estoico, pero si aceptamos su argumento la mayoría seríamos estoicos, porque casi todos, sino es que todos adquirimos aportes éticos y educacionales de la experiencia, cuestionándonos qué nos conviene para actuar mejor, sin necesidad de meternos a ninguna escuela estoica.
Muchas veces va a actuar mejor un hombre de cincuenta que uno de veinte, pues la experiencia educó a Apolo para afrontar problemas del devenir, dejando la educación en manos de su experiencia, cosa que muchas veces puede resultar riesgoso. Menos mal Apolo se rectificó y no lo encarcelaron por problemas con la autoridad o por una denuncia de su pareja; pero, ¿es correcto dejar la educación en manos de la experiencia? ¿Cómo puedo tener la mejor actitud ante el devenir sin dejar pasar cincuenta años?
La atmósfera no es viable, tu potencia sí
Ambos ensayos reflejan que nuestra atmósfera es en su mayoría Hedonista, en consecuencia, se alejan del esfuerzo, como el estudio. El contexto determina en cierta parte tu destino, pero tú no estás determinado al destino cuando te das cuenta que eres un hombre en potencia y un fantasma en inercia.
Guiar las acciones como un estoico implica tener conciencia y cierta educación. Desgraciadamente a la educación actual le falta acertar en lo primordial, la ética, aunada con la inteligencia emocional. La fractura suele provocarse porque anteceden la importancia del niño al cerebro antes que al corazón ; lo ideal es lo contrario. En lugar de plantearles problemas matemáticos hasta llegar al mismo resultado, se debería enseñar problemas éticos en los que cada uno va a tener un resultado distinto y lo más importante sería trabajar en las razones de ese resultado.
¿Qué pensaría un estoico al darse cuenta de este problema educacional? Debido a que aún no tenemos ese plan ético en práctica en las escuelas, es ideal buscar conseguir la actitud correcta sobre nuestras creencias lo cual nos conducirá a hacer acciones correctas, y para ser tener el temple o carácter correcto falta ser ético. Y ¿cómo ser ético? Empezando a instruirte por ti mismo. Algunos no tienen el acceso a estas enseñanzas mínimas por ciertos motivos contextuales, será complicado hacerles comprender cuál es su “principio rector” o buen vivir, pero no imposible, por ello la importancia de propagar la cultura, empezando por aprovechar las zonas donde tengamos acceso a ella. La rebelión por el progreso empieza por uno mismo.
Como la mayoría no tuvieron jamás enseñanzas ética-emocionales en sus más importantes años se preguntarán ¿Cómo logré ser alguien ético sin estas enseñanzas previas en una escuela? Es cierto, tenemos lo que el Fénix no, reconocemos el error, aprendemos de la experiencia.
Zenón, perdiéndolo todo lo que creía que lo hacía feliz, redirigió su vida ennobleciéndola, enfrentándola con carácter y razón, guiándose de la virtud, aprendiendo de la experiencia, valiéndose de su ingenio, descollando, fundando su camino a la felicidad, trasmutando valores. El carácter siempre influye en la manera en la que actuamos, nos distingue, es el aura de nuestra actitud ante el tiempo, de este talante dependen nuestras decisiones.
Al compás del metrónomo o a la cadencia de tus principios
Eduardo dice: “el progreso moral para un estoico se puede alcanzar haciendo el esfuerzo” ; Mientras Esteban indica que la ética evoluciona planteando la pregunta “¿Yo debería cambiar?”
Siempre hay una cabeza gigante que intenta pensar por todos, queriendo representar el arquetipo ideal hacia el que aspirar. La moral siempre avanza y nosotros vamos con ella, un ejemplo, son las leyes, van evolucionando lentamente conforme se vayan considerando correctas.
Todos somos desiguales a pesar de haber crecido en las mismas condiciones por ello existen innumerables morales, unas consideran como bálsamo aquello que es para el prójimo veneno, por eso mismo las leyes tratan de constituir lo ideal, aunque la responsabilidad la tiene cada uno.
Marco Aurelio fórmula que debemos estar de acuerdo con nuestra naturaleza siempre y cuando tengamos presentes los ‘Principios Rectores':
“... ¿Y cuáles son estos principios? Los que deciden el bien y del mal; nada es bueno para el hombre que no lo haga justo, templado, valiente, libre; que nada es malo, que no lo haga contrario de lo anterior”. (Meditaciones, VIII. 1.).
Estos principios se encuentran en la inteligencia (III. 16) sostiene Marco Aurelio, resumiendo esto como si fueran las normas mínimas de tolerancia o, mejor dicho, esta ‘inteligencia ética’ que buscamos para ser correctos. Epicteto señala que el mal no existe, solo falta afinar la puntería para alcanzar la sabiduría, por ello debemos aprenderla y trabajarla.
Si queremos vivir bien, ser éticos es un conocimiento imprescindible que debe estar siempre presente; es fácil tener una moral inmediata guiada por inercia, pero es digno una ética bregada en nuestra conciencia. Cabe añadir casi a modo de nota, que la ética estoica o cualquier otra deben verse como un remo y no como un fin, sino se tergiversaría a un dogma, justo lo contrario a lo que se plantea, pero sobre eso lo veremos luego.
Cierra la tapa y corrígete antes de que escape la esperanza
Después de haber planteado tantas preguntas derivadas de la principal, no fue para despistarnos del objetivo, todo converge en algo que seguramente tú ya te habrás dado cuenta. La viabilidad del estoicismo depende del contexto y el nivel perceptivo de cada uno, cuando el contexto no lo permita hazlo permisible e instrúyete en las ciencias adecuadas en su medida. Cada gota de lluvia menguará poco a poco el incendio.
Si en tu atmósfera el contexto está plagado de relámpagos y nubarrones que te impiden ver la cumbre, empieza desde casa a planear y forjar el modo de hacer diáfano el firmamento, de nosotros depende el futuro de la humanidad, la responsabilidad de aprender a buscar el ‘buen vivir’. No solo harás viable el estoicismo en la época que sea, también harás viable el contexto para cualquier otra corriente de pensamiento. Una hormiga sola no construye un hormiguero, pero esa misma a raíz de su buen diálogo contagia la iniciativa de un conjunto. Aprendamos a debatir, no a proferir. Ahora que sabes cuál es el problema de la viabilidad, ¿qué vas a hacer?
Bibliografía
Kamtekar, R. (2021) “Marcus Aurelius”. Stanford Encyclopedia of Philosophy. Stanford: The Metaphysics Research Lab Center for the Study of Language and Information.
Abbott, John. (1997). “Por qué las buenas escuelas nunca serán suficientes”. Centro de Innovación Educativa del Instituto de Manhattan.
López, Eduardo. “Tu vida no es una épica: El estoicismo en la actualidad.”
García, Esteban. “El sesgo estoico bajo el contexto actual”.
“Mosquera, Margarita. El mal no existe. En Epicteto. Enquiridión.”
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