¿Qué papel juega la teoría de recolección en la respuesta de Platón a la paradoja de Menón?
Emanuel Aguilar Sanchez ∙ 10 min de lectura
La teoría de recolección constituye la respuesta que Platón da a la paradoja de Menón. Con dicha teoría, Platón resuelve esta paradoja, argumentando que sí es posible adquirir nuevo conocimiento; siendo que la paradoja niega esta afirmación. Para el presente ensayo voy a (i) dar un breve contexto sobre el diálogo Menón y daré una explicación sobre los cambios de la filosofía platónica abarcados en la teoría de recolección; (ii) a reconstruir los argumentos, tanto los que la paradoja presenta como de la respuesta que ofrece Platón a la misma; (iii) daré una posible interpretación de los argumentos dados; (iv) presentaré dos contraargumentos aristotélicos a la teoría de recolección; y, finalmente, (v) daré mi opinión acerca de estos contraargumentos.
Contexto y filosofía platónica (i)
El diálogo Menón inicia con el tema de si la virtud es enseñable, sin embargo, después de diversos intentos fallidos de Menón por dar una definición de virtud, se presentan tanto la paradoja, así como la respuesta de Sócrates a la misma. El diálogo finaliza sin dar una respuesta a la pregunta inicial de Menón, sin embargo, da una conclusión interesante: la distinción entre opinión verdadera y conocimiento.
Antes de presentar los argumentos, tanto de la paradoja de Menón como de la teoría de recolección, daré un repaso a los principales aspectos de la filosofía platónica. Para ello usaré uno de los principales mitos platónicos: la alegoría de la caverna. Este mito nos presenta a unos hombres que han pasado toda su vida encerrados en una caverna, atados de manera que no pueden mover la cabeza. Lo único que estos hombres pueden ver son sombras, generadas por la luz de una fogata proyectada sobre unos objetos los cuáles son llevados por otras personas. En cierto momento, uno de estos hombres es liberado de esta caverna y forzado a mirar hacia la fogata. Cuando el hombre se ve expuesto al mundo exterior, tarda un tiempo en acostumbrarse a la luz del Sol, sin embargo, después de un tiempo logra hacerlo. Solamente cuando logra salir de la caverna, es cuando logra obtener el conocimiento verdadero.
Esta alegoría puede ser analizada tanto en un aspecto metafísico como en uno epistemológico. En el primero, Platón hace una distinción entre el mundo sensible (la caverna), el cual es accesible mediante los sentidos, y el mundo inteligible (el mundo fuera de la caverna), el cual solamente es accesible mediante la razón. En el mundo inteligible se encuentran la Formas (o Ideas) las cuáles son eternas y perfectas; de estas, los objetos sensibles toman sus propiedades al participar de ellas. En el aspecto epistemológico, Platón nos dice que del mundo sensible solamente podemos formarnos una opinión, pues este se encuentra en constante cambio; mientras que el mundo inteligible nos da un conocimiento certero, pues es inmutable.
Argumentos de la paradoja de Menón y la teoría de recolección (ii)
La paradoja de Menón se presenta en el diálogo Menón, en el siguiente pasaje:
“¿Te das cuenta del argumento erístico que empiezas a entretejer: que no le es posible a nadie buscar ni lo que sabe ni lo que no sabe? Pues ni podría buscar lo que sabe - puesto que ya lo sabe, y no hay necesidad alguna entonces de búsqueda -, ni tampoco lo que no sabe - puesto que, en tal caso, ni sabe lo que ha de buscar -” (Menón, 80d-80e)
En mi opinión, la paradoja consta de dos partes: no es posible buscar aquello que se sabe y no es posible buscar aquello que no se sabe. La primera de estas puede ser reconstruida, usando lógica formal, de la siguiente manera:
P1. Si una persona conoce algo, no necesita buscar conocimiento sobre ese algo.
P2. Una persona conoce algo.
C. Esa persona no necesita buscar conocimiento sobre ese algo.
Mientras que la segunda parte de la paradoja se puede reconstruir usando los siguientes argumentos:
P1. Si una persona no conoce algo, no puede identificar ese algo.
P2. Una persona no conoce algo.
C. Esa persona no puede identificar ese algo.
P1. Si una persona no puede identificar algo, no puede buscar conocimiento sobre ese algo.
P2. Una persona no puede identificar aquello que no conoce.
C. Esa persona no puede buscar conocimiento sobre ese algo.
La respuesta que Platón da a estas respuestas se nos presenta en el siguiente fragmento:
“El alma, pues, siendo inmortal y habiendo nacido muchas veces, y visto efectivamente todas las cosas, tanto las de aquí como las del Hades, no hay nada que no haya aprendido; de modo que no hay de qué asombrarse si es posible que recuerde, no sólo la virtud, sino el resto de cosas que, por cierto, antes también conocía. [...] Pues, en efecto, el buscar y el aprender no son otra cosa, en suma, que una reminiscencia.” (Menón, 81c-81d)
Usando lógica formal, este pasaje puede ser reconstruido así:
P1. Si el alma es inmortal, esta debe haber aprendido.
P2. El alma es inmortal.
C. El alma debe haber aprendido.
P1. Si el alma ha aprendido, entonces es posible recordar aquello que ésta aprendió.
P2. El alma ha aprendido.
C. Es posible recordar aquello que el alma aprendió.
Interpretación de los argumentos (iii)
En mi opinión la teoría de recolección resuelve ambas partes de la paradoja de Menón. La primera se resuelve mediante una reflexión filosófica: ¿estamos seguros de que sabemos lo que sabemos? Esta pregunta puede desencadenar una serie de cuestionamientos que nos lleven a la conclusión de que, en realidad, lo que creíamos saber no era lo correcto. Este es el primer paso de la reminiscencia, puesto que si no nos damos cuenta de aquello que no sabemos, no podríamos empezar la búsqueda de nuevo conocimiento.
Así, el método socrático nos lleva con sus preguntas a mostrarnos nuestra ignorancia y dicha ignorancia es la que nos empuja a buscar conocimiento para salir de ella. El mismo Sócrates menciona que el estado donde conocemos nuestra ignorancia es mejor que el estado en que creíamos saber algo que no sabemos en realidad. Pues de esta manera buscaremos de buen grado aquello que no sabemos, mientras que de la otra forma creíamos estar en lo cierto al hablar.
La segunda parte es resuelta mediante la reminiscencia o recolección, pues, el alma, al ser inmortal, ya ha adquirido todo el conocimiento. Este conocimiento puede ser recordado, por lo que podemos aprender mediante este. De esta manera, no es que no sabemos qué debemos buscar, sino que no lo recordamos. Para Platón, es nuestro deber buscar valerosamente aquello que no conocemos, es decir aquello que no recordamos.
Usando la analogía de la caverna, se puede ver a Sócrates, como aquel que, mostrándonos que no conocemos aquello que creíamos conocer, nos saca de la caverna y nos guía, mostrándonos cada elemento presente en el mundo exterior. Así mismo destaca la importancia del método socrático (y de las buenas preguntas en general) para sacarnos de la ignorancia e invitarnos a buscar nuevo conocimiento sobre aquello que ignoramos.
Otro argumento de la teoría de recolección es la concerniente a la distinción que hace Platón entre opinión verdadera y conocimiento. En el Menón, Platón introduce la opinión verdadera como aquella opinión que nos conduce correctamente a aquello sobre lo que opina, pero no tiene conocimiento de causa; del mundo sensible, dice Platón, sólo podemos tener opinión (puesto que está en constante cambio) sin embargo, hay casos en los que esa opinión es verdadera. Mediante la teoría de recolección, podemos “fijar” estas opiniones verdaderas al dotarlas de conocimiento de causa, usando las Formas (puesto que son eternas e inmutables) que el alma conoce, y que podemos recordar. De esta manera, la teoría de recolección es aquello que nos permite llegar al conocimiento verdadero.
Contraargumentos a la teoría de recolección (iv)
Dos contraargumentos que se pueden presentar a la teoría de recolección corresponden a la filosofía aristotélica. El primero de estos es el siguiente:
“Debemos, lo mismo que en los demás casos, presentar los pareceres, al plantear el problema en primer término y así exponer en lo posible todas las opiniones aceptadas sobre estas afecciones, o, si acaso, el mayor número y las más autorizadas. Porque si se resuelven las contradictorias y permanecen las aceptadas, ello quedaría suficientemente demostrado” (Ética a Nicómaco, 1145b)
Una posible reconstrucción de este pasaje es la siguiente:
P1. Mediante los sentidos podemos generarnos una opinión de la realidad.
P2. Si sometemos nuestras opiniones a un examen racional, podemos obtener nuevo conocimiento.
P3. La razón permite someter a examen nuestras opiniones.
C. Podemos obtener nuevo conocimiento usando la razón y los sentidos.
Otro contraargumento que se puede dar a la teoría de recolección es el siguiente:
“Porque el alma es un conjunto de capacidades que tiene un ser vivo, y estas capacidades son incapaces de existir por sí mismas, son las capacidades de un ser vivo. Aristóteles se resiste así a una concepción materialista del alma como una especie de parte del cuerpo y una concepción platónica que sostiene que el alma es independiente del cuerpo y, de hecho, está impedida por él” (Reeve, C. D. C., Curd, P., Cohen, S. M., 2016)
Una posible reconstrucción de este pasaje es la siguiente:
P1. El alma es el conjunto de capacidades de un ser vivo para dedicarse a la vida.
P2. Si el alma puede existir separada del cuerpo, entonces las capacidades para dedicarse a la vida pueden existir por sí mismas.
P3. Las capacidades para dedicarse a la vida no pueden existir por sí mismas.
C. El alma no puede existir separada del cuerpo.
Interpretación de los contraargumentos (v)
El primer contraargumento presentado, presenta una postura en contra de la teoría de recolección: podemos aprender usando nuestros sentidos. La teoría de recolección nos dice que aprender es recordar (ese conocimiento está en nuestra alma y es posible recordarlo usando la razón), por lo que descarta el uso de los sentidos para aprender. Para Platón los sentidos nos engañan y no es posible aprender nada de ellos, sin embargo, para Aristóteles esto no es así.
Con todo esto, pienso que es posible ver similitudes en ambas posturas. Tanto en el argumento de Aristóteles como en la teoría de recolección, es necesario utilizar la razón para superar las contradicciones de las opiniones, en el primer caso, y para “fijar” las opiniones verdaderas en el segundo. Además, puede interpretarse que los sentidos nos pueden dar esa duda inicial (que en realidad no sabemos lo que creemos saber) que nos impulse a buscar nuevo conocimiento.
El segundo contraargumento presenta una objeción de tipo metafísico a la teoría de recolección: si el alma no puede existir separada del cuerpo, ¿cómo ésta puede haber aprendido algo antes de encarnarse en un cuerpo físico? Si el alma no pudo haber aprendido nada, puesto que no puede existir separada del cuerpo, no habría nada que recordar y por lo tanto la teoría de recolección quedaría invalidada.
Sin embargo, un punto a favor de la intención de Platón al presentar su teoría de recolección es tratar de vencer la “pereza” mental que puede causar la paradoja de Menón, al decirnos que no es posible buscar nuevo conocimiento. Con esto, en mi opinión, Platón quiere que continuemos con la búsqueda de nuevos conocimientos sin dejarnos persuadir por argumentos que sugieren lo contrario. Con este punto, la pregunta de la inmortalidad del alma pasa a segundo plano, dando mayor enfoque a la capacidad de buscar nuevo conocimiento para llevar una vida filosófica. El siguiente pasaje muestra dicha intención:
“Aunque en lo referente a los demás temas aspectos, no insistiría tanto como este discurso; en cambio, creemos que es necesario buscar lo que no se sabe para ser mejores, más esforzados y menos inoperantes que si creyésemos que no conocemos ni somos capaces de encontrar, ni que es necesario buscar. Y por esto sí estoy plenamente dispuesto a luchar, si puedo, tanto de palabra como de obra” (Menón, 86b-86c).
Conclusión
Pienso que la teoría de recolección es de gran importancia para la filosofía platónica, pues puede verse a la teoría de recolección y, en general, al diálogo Menón como una introducción a ideas platónicas que serán desarrolladas a profundidad en posteriores textos. Esto porque los temas presentados en este ensayo forman parte esencial de la filosofía presentada en los posteriores diálogos platónicos.
Asimismo, creo que tiene una gran importancia para la vida, pues invita a no dejarnos convencer por argumentos que nos lleven a no buscar nuevo conocimiento; como Sócrates dice, debemos ser laboriosos e indagadores. Mantener esta actitud fomentará nuestro pensamiento crítico, además de que evitará que nos volvamos indolentes y propensos a aceptar argumentos agradables, pero con poca validez o coherencia.
Bibliografía
Aristóteles, Ética a Nicómaco, Traductor por José L. Calvo, Alianza Editorial, Madrid, 2014
Platón, Menón, Traducido por Francisco J. Olivieri, Editorial Gredos, Barcelona, 2019.
Reeve, C. D. C., Curd, P., Cohen, S. M. (2016) “Readings in Ancient Greek Philosophy: From Thales to Aristotle. Fourth Edition”, Aristotle Pg. 690. Hackett Publishing Company, Inc. Indianapolis/Cambridge.
Contacta al autor: aguisnchez@gmail.com